sábado, 18 de febrero de 2017

No es que no quieren NO pueden



         LA MOTIVACIÓN ES LA ENERGÍA QUE NOS PERMITE SOSTENER NUESTRAS ACCIONES HASTA FINALIZAR NUESTRO PROPÓSITO.
PARA ELLO, DEBEMOS ENTENDER QUE ACCIONAR SOBRE DESAFÍOS MUY COMPLEJOS, O DIFÍCILES CUANDO TENEMOS POCA EXPERIENCIA, NOS LLEVARÁ A EXPERIMENTAR ANSIEDAD.
CUANDO FRENTE A LA MISMA COMPLEJIDAD DE LA TAREA ADQUIRIMOS MÁS HABILIDAD Y EXPERIENCIA, EXPERIMENTAMOS ABURRIMIENTO Y TEDIO.
EL EQUILIBRIO SURGIRÁ DE HACER MÁS COMPLEJA LA TAREA, A MEDIDA QUE GANAMOS EXPERIENCIA…
LA EXPERIENCIA NO TIENE LÍMITE.

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LA MOTIVACIÓN SERÁ UNA ENERGÍA QUE SURJA DEL EQUILIBRIO DE QUE SINTAMOS:



  • AUTONOMÍA ( RECURSOS PROPIOS, POSIBILIDAD DE TOMAR DECISIONES)
  • PROPÓSITO  ( PARA QUE?)
  • HABILIDAD O MAESTRÍA. ( NUESTRA CAPACIDAD PARA REALIZAR LA TAREA)

NUESTRA AUTOESTIMA, ES LA VALORACIÓN QUE NOS ADJUDICAMOS A NOSOTROS MISMOS. ESTA SURGE EMINENTEMENTE DE NUESTROS LOGROS, DE NUESTROS TRIUNFOS, DE NUESTROS VÍNCULOS.


LA AUTOESTIMA NO ES UN RESULTADO UNILATERAL DE RECIBIR HALAGOS DE PARTE DE NUESTROS PADRES O MAESTROS, AUNQUE ESO, SIN EMBARGO, CUENTA.
ES UN EQUILIBRIO ENTRE NUESTRA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE PARA ENFRENTAR NUEVOS PROBLEMAS, Y SENTIRNOS CAPACES AL HACERLO.

LAS HABILIDADES QUE SON RESULTADO DE LA MADURACIÓN NEUROLÓGICA Y DEL DESAFÍO DEL ENTORNO, PUEDEN SUFRIR VARIABLES QUE DEJAN A LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES FRENTE A DESAFÍOS QUE, AUNQUE PERTENEZCAN A SU EDAD CRONOLÓGICA, NO SIEMPRE SON EQUIVALENTES A SU EDAD EVOLUTIVA.

ENFRENTADOS A TAREAS EN LAS QUE CARECEN DE RECURSOS (PUES AÚN NO LOGRARON ADQUIRIR ESAS HERRAMIENTAS) EL FRACASO, Y LA FRUSTRACIÓN SE VEN INCREMENTADOS.

EN EL ENTORNO MUCHAS VECES ES INTERPRETADO COMO FALTA DE VOLUNTAD, CONDUCTA DESAFIANTE, O FALTA DE PRÁCTICA, EXPONIENDOLOS A QUE PERMANEZCAN FRENTE A LA TAREA QUE NO PUEDEN REALIZAR.

¿QUE CLASE DE IMAGEN DE SÍ FORJARAN ESTOS NIÑOS?

NO LOGRAN DESARROLLAR LA AUTONOMÍA NECESARIA, Y LOS PROPÓSITOS SERÁN PROBABLEMENTE EVITAR LOS DESAFÍOS, O CONFRONTAR CON QUIENES INSISTEN AL DESCONOCER LA DIFICULTAD DE BASE.

IR AL COLEGIO LES DARÁ ANSIEDAD O ABURRIMIENTO, PERO NO DESEOS. LES GENERARA UNA EXPOSICIÓN SISTEMÁTICA AL FRACASO.

SUS HABILIDADES PARA INTERACTUAR CON OTROS NIÑOS TAMBIÉN SE VEN AFECTADAS, POR LO QUE SE SUMARÁ AL ENORME ESTRÉS ESCOLAR Y SOCIAL DONDE MUCHOS SON VÍCTIMAS DE BULLYING, O VICTIMARIOS POR FALTA DE HABILIDADES SOCIALES.
CARECEN DEL ENTENDIMIENTO DE LOS TIEMPOS, LA RECIPROCIDAD Y COOPERACIÓN ENTRE PARES.

HOY SABEMOS QUE TODAS ELLAS FORMAN PARTE DE LAS FUNCIONES EJECUTIVAS CEREBRALES.
NO ES QUE NO QUIEREN, NO PUEDEN.


LAS POCAS HABILIDADES PARA AUTORREGULAR LA CONDUCTA, ADEMÁS DE SU DIFICULTAD ACADÉMICA, SERÁ PROBABLEMENTE RESPONSABLE DE COLOCARLOS EN UN CIRCUITO QUE REALIMENTA SU AISLAMIENTO Y ESTRÉS.

IMAGINEMOS 180 DÍAS DE EXPOSICIÓN AL ESTRÉS ESCOLAR, EN EL CEREBRO DE UN NIÑO...EN SU SISTEMA INMUNOLÓGICO, EN SU CRECIMIENTO FÍSICO Y DESARROLLO SOCIAL, IMAGINEMOS EL SUFRIMIENTO AL QUE LOS DEJAMOS EXPUESTOS A DIARIO, AL IGNORAR QUE TAN SOLO SON VÍCTIMAS DE UNA DISFUNCIÓN INVISIBLE.

EL TDAH ES UNA DISFUNCIÓN QUE AFECTA A CASI EL 8% DE LOS NIÑOS, Y 4,4% DE ADULTOS.






Nuestra capacidad de sostener la motivación, no es solamente una ecuación matemática.
Nuestra motivación también se nutre de sentir que hacemos algo valioso, que pertenecemos a una comunidad que valora quienes somos, que nos contiene, y nos ayuda en las dificultades y celebra con nosotros los logros.
El progresivo desaliento, que muy temprano persiste en el niño que tiene una disfunción ejecutiva y una disrregulación emocional, se disemina a todo su mundo interno, llevándolos a disociarse, a aislarse, para sobrevivir al estrés que no les da tregua.

De conocer la presencia del problema subyacente, no sólo lograríamos adaptar los desafíos para permitirles el disfrute de triunfar frente a ellos, sino construiríamos una plataforma segura, que se iría modificando en forma interactiva, a medida que sientan confianza y calma.

Toda experiencia que logramos sortear, genera una vivencia de disfrute que permanece mucho más tiempo que cualquier placer brindado por una satisfacción inmediata.
Cuando estos niños luchan a diario y fracasan reiteradamente, dejan después de un tiempo de intentar.
Abandonan, huyen, se refugian en donde se sienten idóneos, capaces, donde la inmediatez les provee calma y una sensación de pertenencia. Buscan desesperadamente ser héroes de algo o buenos en algo.
Muchos, muchos quedan aplastados contra el asfalto al caer desde lo alto, y recién allí darse cuenta que no eran inmortales ni semidioses.

Hoy esos sitios son las redes sociales. Facebook, Instagram, Snapchat, los mensajes de WhatsApp, las fotos y los videos que muestran aquello que deseamos que los demás vean.
Y aún allí muchos esperan con ansias tener algún amigo. Y también por no contar con las herramientas adecuadas para manejar las relaciones vinculares y la comunicación, se vuelven a exponer allí a polémicas acaloradas, víctimas de impulsos verbales o momentos de furia, vuelven a quedarse solos.




Otros son las fiestas donde el único propósito es alcoholizarse, evadirse fumando un cigarro de marihuana, o tomar una de esas pastillas que los elevan y después los llevan de paseo con la muerte por sobredosis, o intoxicados.

De una forma u otra siguen estando SOLOS.
Más solos y aislados que antes...

¿Cómo lograr que estos niños o jóvenes puedan motivarse para aceptar la ayuda que necesitan?
¿Cómo generar en ellos la confianza que desconocen, en los demás y en sí mismos?

Fallas sistemáticas en la manera de abordar su angustia, suman más estrés del que ellos ya tienen.
La desesperación nunca es buena compañera de las urgencias.
Un cerebro inundado de cortisol, es un cerebro de guerra, no de calma.
Un organismo que vive en la lucha, estará expuesto a toneladas de cortisol, que mutilará más aún sus conexiones neuronales, limitará su crecimiento, y más aún bajará sus defensas aniquilando su sistema inmunológico.


¿Cómo lograr salir de semejante encrucijada?


Primero aprendiendo, conociendo y entendiendo que las conductas que ellos muestran son solo la carta de presentación de un problema del desarrollo que heredaron sin ser por ello culpables..

Tampoco los padres somos culpables, aunque la genética se la pasemos nosotros. Pero si podemos ser cómplices de un entorno que les haga todo más difícil y los vulnere en cuanto a sus derechos.



Emocionalmente vivimos su crianza como una guerra, donde ellos desafían nuestras posiciones, y allí salimos con artillería pesada, apagando incendios con nafta.

Los profesionales debemos abrir nuestra mente a la posibilidad de estar equivocados. Tenemos la obligación moral y profesional de estudiar los fundamentos que avalan la existencia y las posibilidades terapéuticas que existen para ayudarlos.
El TDAH existe, es un problema neurobiológico, no un capricho, o un invento.


Si ellos también nos  abren sus puertas, y les mostramos respeto, entendimiento a su enorme sufrimiento y estrés crónico, y les proveemos de algún alivio que garantice su confianza, tendremos desde allí la posibilidad de caminar juntos a su lado, de que ellos se sientan incluidos en la solución intentada y no forzados o ignorados como sienten que están en todas partes.
Sufren, se sienten solos, se sienten inadecuados, no muestran ningún interés ni siquiera en cosas que en algún momento les divirtieron.

No son niños o adolescentes terribles, difíciles porque desean o quieren arruinarle la vida al mundo entero.
¿Cómo actuarías si vieras a un niño en silla de ruedas golpear intentando subir los escalones de una enorme escalera? ¿Cómo actuarías si  esperaras  arriba a que se integren a su grupo, y calificaras de falta de voluntad su ausencia?


Si no instalamos rampas o ascensores, o bajamos el aula a planta baja, será condenarlos al fracaso, pues la disfunción invisible limita, impide, daña, y a eso le sumamos nuestra indiferencia o nuestra condena.
Sumalo 180 veces por año lectivo.
¿Te das cuenta porqué no quieren ir a clases, porque les duele la panza, porque lloran, se enojan, o insultan?


Son niños o adolescentes que NO pueden, que NO tienen los recursos que necesitan, que saben perfectamente lo que tienen o desean hacer, pero no PUEDEN hacerlo en el momento en que les es requerido.


La MOTIVACIÓN EXTERNA, es transitoria. Es como una zanahoria que perseguimos, o los castigos que buscamos evitar. Nos movemos para cumplir, o para ganar...


Es como tener un cable que nos provea de energía eléctrica enchufado en la casa de un vecino.

Si se molesta, se enoja o tal vez se tropieza… nos quedamos a oscuras.
No tenemos ningún control sobre nuestra energía y nuestra dirección se torna errática y dependiente.
Ellos pueden encenderse con ella, a ratos, igual lo constante es la inconstancia en todo.




Cuando desarrollamos MOTIVACIÓN INTRÍNSECA en cambio, no hay nada que amenace nuestro propósito.
Logramos tener un generador propio, que actúa también cuando algo momentáneo nos resulta un obstáculo.
La motivación intrínseca, depende de que nos sintamos hábiles, cómodos frente a los desafíos.





Para ello tenemos que hacer foco, debemos controlar y postergar las gratificaciones inmediatas, debemos regular y en cierta forma autodisciplina nuestros tiempos dividiendo y respetando cada tarea que necesita de nosotros mientras tanto.
Debemos poder manejar la frustración que surgirá a nuestro paso, porque a veces simplemente no vemos avances rápidos, otras porque accionar implica aceptar equivocarnos, sortear el error porque es parte del aprendizaje.

Y tenemos que poder manejar las esperas, porque todo propósito importante, llevará mucho más tiempo a medida que crecemos. Tendremos que negociar con nuestro entorno, que impondrá limitaciones y modificará aquello que pensamos inicialmente ejecutar de una forma. Tendremos que ser flexibles a los cambios, tendremos que aprender a aceptar ayuda y a hacernos cargo de lo que hacemos, reconociendo nuestra responsabilidad en nuestro accionar.

Deberemos poder manejar las emociones cuando emerjan, porque ellas podrían limitar el recorrido en cuestión de instantes.
El miedo es el mayor freno que existe, más que la falta de habilidades.
El enojo es un freno que aparte nos envía varios casilleros detrás de donde estábamos.
La incertidumbre, la ansiedad serán malas consejeras, nos llevarán a querer controlarlo todo, no poder delegar, ni aceptar acciones espontáneas. Daremos mil y una vueltas alrededor de un mismo punto.
Seremos rehén de las emociones si no adquirimos la llave necesaria para abrir la puerta y darles salida.


Un niño o adolescente, y ciertamente varios adultos también se suman al cuadro, quedan escondidos debajo de una enorme piedra que los aplasta.
Debajo de demandas incumplidas, viven sueños olvidados, vive quien realmente es ese SER en potencia.


TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE GENERAR UN CAMBIO. NO PODEMOS IGNORAR LO QUE LES SUCEDE, MENOS AÚN CONDENARLOS.
UNIRSE A LA DIFUSIÓN DEL


TDAH EN TODAS LAS ETAPAS DE LA VIDA, ES LOABLE, JUSTO Y ALTAMENTE GRATIFICANTE.


SE PARTE DEL CAMBIO. SE PROTAGONISTA Y AYUDA A QUE EL TDAH PUEDA DIFUNDIRSE.




Muchas Gracias por acompañarnos.
Dra Norma Echavarría
Presidenta Asociación Civil Athentun.
info@athentun.org


1 comentario:

  1. Buenos dias,
    tiene razón,si a los adultos a los padres nos bloquea la ansiedad solo hacemos que darle vueltas a lo mismo en la cabeza y no sirve para nada,con eso no les ayudamos en nada al revés,los perjudicamos mas.
    mi hijo es TDA no tiene hiperactividad,pero tiene trastorno autista por lo tanto situaciones de esas he vivido muchas.
    Yo he creado mi blog desde el punto de vista de madre,lo que se pasa en casa,para darlo a conocer desde 0 y que la sociedad sea consciente que merecen una oportunidad.
    un saludo

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