lunes, 4 de junio de 2012

Deficit Atencional. Una Enfoque terapéutico diferente.



 Tiempo de reparaciones

  Dra. Norma C. Echavarria


¿Qué importancia ejercen los obstáculos en la capacidad de un sujeto de aprender?
Creo que el aprendizaje esta frecuentemente centrado en la superación de los mismos.
Si el aprendizaje no tuviera obstáculos, estaría en nuestra zona de confort, y en ella no es factible encontrarnos con lo nuevo.
Cuando aprendemos transitamos zonas que nos desafían a sortear obstáculos, no por ello implica pasarlo mal, porque los obstáculos pueden tornarse en siempre en desafíos.

¿Habrá acaso un porcentaje que indique el balance adecuado entre intentos exitosos e intentos fallidos?
Individuos  agotados de transitar por un camino de fracasos permanentes, dificilmente crecerán con optimismo, y frustrarse y fracasar consecuentemente dejará la motivación de aprender en muy mal estado.

Sujetos que acostumbrados a las críticas pierden sus esperanzas de ser alguna vez postulados en la terna del “Oscar”, lógicamente viven sumergidos en la profundidad de la desesperanza. 
Y si no lo hacen, mi apreciación es que aún no se han dado cuenta.

 Mejorar las condiciones en las que un sujeto se encuentra cuando llega a una consulta pidiendo ayuda, no es ocuparse de las heridas sangrantes actuales simplemente.
Cada una de las marcas que le dejaron los tropiezos y fracasos personales, forman una especie de mapa indeleble que lo signa a permanecer viviendo la angustia como un estado emocional permanente.
No encajar “en la frecuencia esperable”, es desde niño lo que lleva a que a muchos sujetos se los presione, y condicione.
Y en los múltiples intentos de ingresarlo en el patrón estándar se le “mutilan” literalmente aspectos de su personalidad.
Muchos aprenden a vivir detrás de una máscara de compensación, que finalmente es la responsable de mantener su vivencia de inadecuación protegida de la posibilidad de cambio.
Muchos sujetos afectados de tristeza y desazón, tejieron la trama en la que viven, durante años de silencio y desvalorización.
Muchos otros guardan la angustia de ser descubiertos, ocultándose detrás de múltiples actividades que los gobiernan, compelidos a no detenerse por ser acechados por la tristeza en forma implacable.
La sombra de ser diferente al resto ha generado un trabajo que nunca parece detenerse.
Aquellos que parecen superar las barreras de estas diferencias, pueden hacerlo involucrados en ser lo que los otros desean todo el tiempo, y terminan así escribiendo los guiones de sus complacientes personajes, con los que terminan confundiéndose.
Si todo esto sucede a partir de crónicas situaciones de choque y conflicto con su medio, si su enorme sensibilidad colabora en la destrucción de sus sueños, debe de existir un mecanismo desactivador que aproveche semejante vulnerabilidad.

Creo conocer algo de la sensibilidad extrema de estos individuos.
Pues soy uno de ellos...

El vibrar con la vida, que debería ser un don preciado, muchas veces se presenta en una forma casi incompatible con el desarrollo de nuestro ser.
Soñar, permitirse imaginar mas allá de lo que vemos, un refugio de momentos de claridad, puede convertirse en una pesadilla permanente.
He tenido la oportunidad de cruzar mi vida con muchos otros seres parecidos.


Iguales imposibles, ya que no existen dos individuos similares, pero si en la banda de la amplitud  de frecuencia en la real.Apartados del camino de lo estándar, descalificados permanentemente, por la rígida valoración de sistemas de medida que le son incompatibles, crecen luchando por su supervivencia.
Seres de piel muy “finita” y “delicada”, de oídos muy sensibles y ritmicidad propia, padecen el contacto con el mundo mas de lo que pueden disfrutarlo.
Lograr separar al sujeto de sus características es lo que finalmente termina de dañarlo.
Por lo cual estoy totalmente convencida, que para sanar las heridas sufridas hay que recorrer el camino que permita la reversibilidad de este proceso.
He visto muchos sujetos mejorar la perfomance laboral y académica.
Lograr organizarse y llegar a horario a las citas.
Aprender a controlar sus impulsos, o su hiperactividad.
Aprender con el tiempo, obviamente, a manejar sus dispersiones, y olvidos, o bien, a ponerle sentido del humor a sus descuelgues.
Mejorar su ánimo es algo un poco más difícil, pues el ánimo es lo más inestable de todo su bagaje personal.

Víctima de los múltiples ataques, está condicionado en el aprendizaje de la supervivencia, a necesitar de la connotación positiva y las sonrisas para manejar su bienestar.
Cada vez que en el entorno, surge un problema, tiemblan las estanterías y pierde su bienestar como el agua se escurre a través de un colador.
No tener control de la energía, o perderle el rastro a los objetos, es estresante, pero es muy poco comparado con no tener control de las propias emociones.
Es como imaginarse un sujeto cuyo control de manejo esté en manos de terceros.
Parece algo más que no tener autocontrol, es como un estado de permanente dependencia hacia el entorno.
Crecer tratando de evitar los conflictos, crecer sobre involucrándose en forma casi permanente, es un estilo surgido de la necesidad de garantizarse que nadie pueda modificar abruptamente sus emociones sin su participación.
Complacer, es como una especie de cheque al portador para la aceptación de parte de los otros, que adquieren así una trascendental importancia en el control emocional cotidiano.
Así es como se va desvaneciendo el ser que vivía dentro, y necesitaba expandirse.
Se marchita la autenticidad dándole paso a un falso sí mismo.
Así es como se atenúan o desaparecen las cualidades positivas, la sensibilidad extrema se transforma en la responsable final del dolor que termina consumiendo lentamente al sujeto en cuestión.
La creatividad, la espontaneidad, el patrón de originalidad necesaria para poder identificarlos quedara sumergido en las tinieblas.
Parece ser esta una situación que definitivamente termina en un callejón sin salida.
Pero volviendo a pensar en las características mencionadas en primer lugar, se me ha ocurrido que la reparación de tantas heridas, debe lograrse con un material que pueda ser incorporado totalmente, que sea compatible con los “tejidos”.
Cómo un injerto que utiliza una parte de nuestro cuerpo, trasladándola a otro sitio para compensar una falta.

“Por lo tanto, la idea que viene a mi mente, es dar a luz al ser sensible recuperándolo desde su propia sensibilidad exagerada”.
Las cosas sencillas de la vida, serán en definitiva las encargadas de realizar este trabajo, la recuperación será volviendo a tomar contacto desde los sentidos como en el principio de la vida.
Sentir el murmullo de la lluvia, permitirse diferenciar los olores que la acompañan, poder distinguir los pequeños sonidos de la naturaleza, como gotitas de lluvia, como el sonido del viento y el crujir de las hojas de otoño bajo nuestros zapatos.
El olor de la peperina en el campo, los repollitos que flotan en el río, que nos esperan para ser recogidos, atrapando con ellos la posibilidad del disfrute sencillo.
La compañía de un perro, que nos acompaña en las noches largas, y en los días grises, pero que conoce las vibraciones de esta frecuencia, formará una parte trascendental de este tipo de tratamiento, por ejemplo.

Mirar detenidamente correr el agua de un río, sentir el calor del sol en la piel durante una tarde de otoño, el fresco sabor del agua helada, también estará en esta receta médica para sellar heridas viejas.

Sentarse en el pasto recién cortado, inundando nuestros sentidos de olor a verde.
Mirar simplemente como vuela un papelito gobernado en su recorrido por las ráfagas caprichosas del viento.
Sentir el viento en la cara, la lluvia en el pelo, la arena tibia en la planta de los pies, son una reparación irreemplazable!
Amasar pan, plantar una planta, desmenuzar los terrones de tierra recién punteada, formarán la mezcla perfecta para sanar las heridas que la medicación no podrá jamás.
Por ello, esta es una invitación a la libertad.
Es una invitación a volver a la frecuencia original, tan solo debe incluirse que por instantes hay que circular por frecuencias poco compatibles, cosa que será entonces el desafío.
Me pregunté muchas veces cual era el motivo para que seres con esta especial característica se encontraran, a que se debía que muchos seres similares se agrupasen.
Cómo era posible que hubiese tantas parejas conformadas de esta forma…

Ahora se me ocurre, que si uno circula en otra frecuencia, y ésta es una frecuencia no compartida por la mayoría, será más sencillo entonces ubicar a los otros pocos…
Nada mas atractivo en un país extranjero que cruzarse a un compatriota!

Pero volviendo a mi propuesta de reparación emocional, sería muy bueno aclarar que las necesidades para llevarlo adelante, no son demasiadas, ni muy complejas.

Debemos tener presente, que asumiremos la responsabilidad de ser individuos diferentes.

Será muy desatinado pensar que para poder disfrutar de la vida desde esta diferencia hay que descomprimirla de obligaciones y horarios rígidos?
La esencia de el cambio radicará en soltar amarras!

Abandonar consignas ajenas a los propios intereses, y recorrer el mundo metido adentro de zapatos de la talla necesaria.
Es mas creo que la realidad marcará muchas veces la bondad de caminar descalzos….
Caricias de la naturaleza, música suave y silencios, horas de vuelo en solitario, y mucho amor por ese estilo, serán parte del boleto de vuelta!
Sanar emociones desgarradas desde la agresión y la violencia desmedida de la incomprensión, será el objetivo de esta terapia.

Empezar sacándose pues los zapatos tres números mas pequeños!
Volver a caminar en la senda originaria.
Encontrar las áreas de fortaleza que seguro son muchas, y abandonar la necesidad de asimilarse a un universo impersonal que asfixia con ideales vacíos, son necesidades básicas para el cambio.

Aceptación, y conocimiento de las áreas de fortalezas y debilidades, serán parte del cambio.

Trabajar y superar los obstáculos provistos por las debilidades, será posible si son consideradas con la aceptación y no la crítica o el enmascaramiento.

 Para iniciar el proceso de recuperación, solo hace falta abandonar las máscaras.
Vale la pena el intento!


Dra. Norma Echavarría

Norma.cristina.echavarria@gmail.com
www.dranormacechavarria.com.ar
www.athentun.blogspot.com.ar





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